El Descanso
El Estado provincial realizó una obra de infraestructura (una ruta) e inundó parte del territorio pilagá. No existió consulta a la comunidad ni consentimiento. La Provincia dictó una ley que declara de dominio público el Bañado, afectando arbitrariamente las tierras comunitarias protegidas constitucionalmente. Amnistía Internacional realizó un informe detallado denunciando el hecho en 2010
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Descripción del caso

La comunidad pilagá 
El Descanso está integrada por 130 personas y habita la zona del Bañado la Estrella (zona de humedales en el Norte del país), de donde obtienen parte de sus alimentos. A pesar de contar con título de propiedad comunitario, en 1997 el Gobierno ingresó a sus parcelas y comenzó a cavar profundos canales para derivar aguas del bañado. La obra de infraestructura perjudicó radicalmente la vida de los pilagá. Las leyes nacionales e internacionales que protegen los derechos indígenas son claras: toda actividad que pudiera modificar la forma de vida debe contar con la aprobación de las comunidades afectadas. Sin embargo, el Gobierno violó el derecho al consentimiento libre, previo e informado, derecho humano fundamental de los pueblos indígenas que posibilita que las comunidades puedan tomar decisiones informados sobre los asuntos que podría afectar su forma de vida. Pero ni siquiera se le informó a la comunidad sobre el proyecto. 
La obra de infraestructura incluyó canales de hasta seis metros de profundidad y diques de tierra que inundan espacios comunitarios. La obra amenazó con la supervivencia del pueblo pilagá al impactar en la disponibilidad de recursos, sobre todo peces y otros animales, además del talado de árboles y, sobre todo, la inundación de cerca de la mitad de las tierras, incluido el cementerio de la comunidad. Según datos de la Asociación de Productores de Bañado la Estrella (Aprobae) quedaron bajo el agua 70 mil hectáreas, perdieron 40 mil vacunos y estiman pérdidas por 7,5 millones de dólares. 
El Bañado La Estrella (el segundo humedal más importante del país, luego de los Esteros del Iberá), obtiene sus aguas del río Pilcomayo, en el noroeste provincial. Por su dinámica natural, el Bañado desborda durante enero de cada año y baña la región hasta agosto, cuando el agua baja. Desde hace 60 años se repite el ciclo, dejando a su paso pasturas muy ricas que permiten un engorde natural de los animales. Pero, en coincidencia con la obra vial, el agua comenzó a acumularse, escasean las pasturas y flaquean los vacunos. Desde hace años exigen recuperar sus chacras y reclaman indemnizaciones por las pérdidas, pero el Gobierno subió la apuesta: impulsó una ley que declara todas esas tierras de “dominio público”, no paga por ellas y las hace factibles de expropiación. 
Un Informe de Amnistía Internacional Amnistía Internacional realizó en 2010 un informe “Exigimos respeto”, donde analizó en detalle la situación de la comunidad. “La historia de discriminación, violencia y explotación a las que fueron sometidos los miembros de la comunidad El Descanso como parte del pueblo indígena pilagá recuerda situaciones que han sufrido otros pueblos indígenas en Argentina y es sólo un ejemplo del círculo de discriminación, exclusión, silenciamiento e inseguridad que mantiene a los indígenas en la pobreza y alimenta la violación de sus derechos humanos”, destacó Amnistía y afirmó que las comunidades pilagá enfrentan un “grave” empobrecimiento económico y “escasez crónica de comida”. La comunidad afirma que entre un tercio y la mitad de sus tierras son ahora proclives a inundarse, lo que en la práctica representa la pérdida de esas tierras durante largos periodos del año. 
Como consecuencia de las inundaciones, algunas familias de El Descanso decidieron tomar sus pertenencias e irse a otras comunidades“para estar más seguros”, mientras que otros tuvieron que desplazarse a otras zonas de la comunidad. Hasta hace no mucho tiempo los habitantes de El Descanso aún tenían la posibilidad de alimentarse del monte, pescando, cazando y recolectando frutos en su comunidad y en los alrededores. Sin embargo las obras también acabaron los sus recursos naturales, esenciales para su subsistencia. El informe de 2010 afirmaba que la falta de voluntad política y el no tomar en serio los reclamos de las comunidades indígenas como la de El Descanso no sólo vulnera los derechos de la comunidad, sino que refuerza la situación de discriminación y marginalización histórica. 

La comunidad pilagá de El Descanso y el bañado La Estrella 
El pueblo indígena pilagá está integrado por alrededor de 6.000 personas.13 En la actualidad, los pilagá viven en los departamentos de Patiño y Bermejo, en la región central de la provincia de Formosa, en el Chaco argentino, aunque su territorio tradicional abarca un área mucho más amplia que se extiende unos 2.000 kilómetros cuadrados. Con el tiempo, las comunidades pilagá se han visto obligadas a ocupar y residir en territorios mucho más pequeños. El Descanso es una de las 20 comunidades pilagá situadas en la parte septentrional del bañado La Estrella, una zona de 400.000 hectáreas de humedal de la provincia nororiental argentina de Formosa. La comunidad está formada por unas 130 personas. Los miembros de El Descanso están estrechamente vinculados al conjunto de las comunidades pilagá por sus valores y perspectivas culturales comunes, el uso de la lengua tradicional, las relaciones de parentesco y también por sus experiencias compartidas de lucha por sus derechos a sus tierras y territorios. La comunidad de El Descanso, como la mayoría de las 20 comunidades pilagá, tiene título comunitario sobre una parte de las tierras que ocupa y utiliza. Sin embargo, las comunidades pilagá no forman un territorio continuo, sino más bien un archipiélago de comunidades separadas unas de otras por tierras fiscales o de propietarios privados (agricultores, etc.). 
En la actualidad, las comunidades pilagá, incluida la de El Descanso, viven una grave situación de empobrecimiento económico reconocida en documentos oficiales por el Estado. En Las Lomitas, así como en Pozo del Tigre, hay grandes comunidades pilagá (y de otros pueblos indígenas, como los wichí) que viven en las afueras de la ciudad hacinados en pequeños asentamientos donde la mayoría de las edificaciones son de barro y ladrillo, y pocas casas tienen cañerías y agua corriente y enfrentan una grave situación de pobreza. Para los pueblos indígenas, la pérdida de sus territorios ancestrales está íntimamente ligada a la situación de pobreza en la que muchos de ellos viven. En un país como la Argentina, pueblos indígenas como la comunidad de El Descanso viven en un estado de pobreza y marginalidad apremiante. 
La demanda judicial El 5 de enero de 1998 los habitantes de El Descanso presentaron ante la Dirección de Recursos Hídricos de la provincia una petición administrativa formal de informes. En esta presentación, además del pedido de informes, la comunidad presentó una solicitud de medida cautelar “de suspender los trabajos de ejecución de la obra en cuestión a fin de evitar avances perjudiciales”. La Dirección de Recursos Hídricos no respondió a los reclamos, no ofreció la información solicitada ni adoptó medida cautelar alguna. 
El 23 de marzo de 2001, El Descanso, con el apoyo de la ONG INCUPO y de dos abogados de ENDEPA, interpuso una demanda contra el gobierno de la provincia de Formosa en la que reclamaba una indemnización por los daños y perjuicios causados por el proyecto del canal. A más de 15 años desde la acción judicial, aún la justicia no ha resuelto la causa.
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